Aventándose al fondo de la Barranca
Por Luis Alberto González Macias
twitter @decireves
Siempre me ha intrigado mucho el
rock que se hace en este país y me brinca mas en estos nuevos tiempos que
muchas bandas nuevas (haciendo a un lado las poquísimas excepciones a la regla)
adopten en su quehacer musical algo tan pedestre y ramplón como el techno pop
que en los ochenta era la marca de fábrica de grupos como Timbiriche, Olé Olé,
Menudo y Flans (mas me revienta las bolas el saber que para muchas bandas y
grupos –no se si en afán lúdico/mamón- sea una influencia en su quehacer
musical y escuchemos con tristeza ondas del tipo “Flans fue decisivo en mi
música” , “el pop madrileño es lo que rifa” y argumentos de ese calibre.
Mucho del rock que se hace en
México puede ser una bobada (gente como Tony Gallardo/María y Jose, asumido
“líder juvenil” que hace letras chistositas bajo un entramado de pop
electrónico y canciones que mezclan tribal con guaracha y cumbia) pero si de
asumir un riesgo el decir que en México ya no se toca un rock digamos clásico y
básico es un error, tanto hay público para Tonys Gallardos, Marias Danielas y
Julietas como para una parte seria que explora otros sonidos, que tiene otro
tipo de compromisos con su creación musical que va que vuela o que ya es parte
del acervo rockero mexicano.
La Barranca entra en esta
categoría y sus creadores lo saben desde que comenzaron esta aventura por ahí
de 1994/1995, de las cenizas de Sangre Azteka vuelven a levantarse dos de las
piezas fundamentales de esta agrupación que son Federico Fong y Jose Manuel
Aguilera , bajista y guitarrista que para 1995 ya tenía listo uno de los discos
debuts mas impresionantes del rock hecho en México, con el complemento de un
baterista de la talla de Alfonso André y Jorge “Cox” Gaitán (violines y
programaciones) El fuego de la noche hace arribo en un medio dominado por Café
Tacvba (Re) , Santa Sabina (Símbolos) Tijuana No , a la par, Saúl Hernández,
líder de Caifanes (a punto de desaparecer) y Jaguares (a punto de nacer)
declara en su momento para la revista Switch “Sería un crímen que La Barranca
no existiera” declaración que a la larga sería como una piedra en el zapato
para el propio Saul ya que en la creación del único disco (bueno) de Jaguares
(El Equilibrio de los Jaguares) invita a José Manuel Aguilera y Federico Fong
para darle densidad y espesura a algunas canciones del disco y Saúl en un acto
egocéntrico (lo mismo que le pasó con Marcovich al dejarlo tocar TODO en el
Nervio del Volcán) hace a un lado a Aguilera y Fong y recluta a músicos de bajo
perfil como el Jarris Margalis, “El Vampiro” y la leyenda viva Sabo Romo para
elaborar un disco mediocre (a mi gusto) que no respeta y le da continuidad a lo
logrado en el disco anterior.
Mientras tanto para 1997 La
Barranca daba luz a uno de los trabajos mas trascendentes en la historia del
rock hecho en México , me refiero a Tempestad, un disco que desde su portada
advierte que el río es obscuro, frío, misterioso, difícil de navegar y hay que
ponerse el salvavidas si es que se quiere salir con vida de este cataclismo, lo
mismo hay sones jarochos, lo mismo hay música distintivamente mexicana , pero
la habilidad que JMA y Cía es transmutar el sonido “mexicano” sin dejar de
sonar a rock y esa es la escencia que ha permeado hasta nuestros días y que
nuestros rockers deberían de escarbarle pero bueno, la influencia del gabacho
es enorme asi que es que como pedirle peras al olmo.
Para el año 2000 aparece Rueda de
los tiempos, uno de los discos mas sobresalientes y menos comprendidos de esta
agrupación que resume las provocaciones sonoras que tenían en
mente el grupo, así por medio de danzones sampleados, un uso de sintetizadores
y loops, marimbas, secuencias electrónicas el grupo se amoldaba aun mas pero
sin dejar de sonar a rock y sin dejar de sonar a México, las pistas mas
atrayentes y misteriosas del disco son “La fuga de Ruben”, “Caravana”, “Dejá
Vú” y la inconmensurable y exquisita “Estallido interno” que es uno de los
puntos artísticos mas elevados que ha logrado un grupo de rock en México.
Para el año 2003 aparecen dos
piezas que funcionan como un experimento de venta muy afortunado para la
agrupación, se trata de Cielo Protector (con un formato de venta inédito en
México y a un precio realmente accesible), un disco que es como un bosquejo de
canciones sueltas y diversas en el cual el mexicanismo es mas que evidente y da
pie a uno de los discos mas obscuros de La Barranca: el gran Denzura que
contiene una nueva alineación (Los hermanos Arreola: Jose María y Alonso ,
nietos del escritor mexicano Juan Jose Arreola) y Alejandro Otaola (ex Santa
Sabina) el disco presenta partes mas obscuras, mas densas (de ahí el título del
disco que mezclaba lo “denso” y la “espesura” para hacer un disco clavado que
sigue usando y jugando con cosas electrónicas, sampleos y unas estridentes
guitarras eléctricas así lo mismo el tema inicial (“Fascinación”) comienza con
loop y termina con pianos, guitarras y da paso al sencillo del disco “Animal en
Extinción” y otras perlas de alto octanaje como “Hasta el fin del mundo” con su
marca de música trip hopera con algo de danzón (algo que poco después tomaría
como influencia un grupo como San Pascualito Rey) el disco cuenta con
colaboraciones de los hermanos Del Aguila en cuerdas y Cecilia Toussaint en
coros.
Dos años después de Denzura
aparece El Fluir que parece continuar con la tendencia de el disco anterior, la
temática acuosa del disco se deja escuchar en los vendavales sonoros que el
grupo muestra que van desde el poderoso arranque (un homenaje involuntario a mi
parecer) a Sonic Youth y Radiohead (creo que a partir de este disco muchos
periodistas y escritores en México empezaron a descubrir que existía un grupo
llamado La Barranca y lo empezaron a comparar con una de las grandes glorias
del rock alternativo mundial: Radiohead ,al decir que “Es el grupo que le
gustaría a Thom Yorke si viviera en México” “Los Radiohead mexicanos” y cosas
así por el estilo, ya me imagino las carcajadas de el buen Jose Manuel Aguilera
aunque bueno, por ahí en Youtube puede encontrarse un cover que le hacen a
Radiohead (“Karma Police”) El Fluir está amarrado a dos guitarras eléctricas,
bajo y batería, de aquí recuerdo una frase del master Otaola que define a la
perfección la escencia de este disco “La ventaja es que Jose Manuel hace
canciones grandiosas y le puedes construir un edificio del tamaño que tu quieras”
Después de El Fluir vuelven a la
carga con un disco que recuerda en mucho a la luminosidad de La Rueda de los
Tiempos, me refiero a Providencia, un disco que cuenta con sonidos mas
sencillos pero que nunca pierde la vena experimental, de la sensualidad de “La
Expedición” a la hermosura instrumental de “Nueva Vida” pasando por joyitas
excelsas del calibre de “Gracia Plena” o “Haikú” (con un tacvbo! como invitado!!) o
delicias sonoras como “Una nota que cae” y “Malecón” con la participación del
trío defeño de música vocal experimental Muna Zul, a si mismo entre notas
alegres aparecen sonoridades mas obscuronas como “Atroz”, “Corcel”, “Inventa” o
la conclusión poderosa y monumental llamada “Centella”, para este disco vuelven
Federico Fong y Alfonso André.
A toda banda le llega un momento en
el cual a lo mejor algún disco puede sonar a chascarrillo o como que no fue el
mejor de su discografía, la historia nos ha enseñado que por ejemplo Beatles
for sale es el disco mas malito de los Beatles o The Final Cut es un disco
grisáceo dentro de la discografía pink floydiana, incluso Radiohead, tan
venerados y amados tienen una piedrita en el zapato que se llama King of Limbs,
en el caso de los dos primeros podemos decir que hoy los escuchamos y es mas un
acto de nostalgia que el decir que es un disco mas o menos bueno, en el caso de
Radiohead puede ser que en unos diez o 20 años podamos apreciar correctamente
lo que nos trataban de decir Yorke y sus secuaces, algo similar pasó con la
Barranca y su siguiente disco que le sigue a Providencia, el disco se llama
Piedad Ciudad y para muchos (incluido este seguidor) es un disco mediano y
pasable, quizás era el momento cuando salió y andaba en un mood apático que el
disco no me pasó para nada y burlonamente pensé que este era el fin del grupo
pero bueno, no soy un fanático cien por ciento de esta agrupación pero me
gustan mucho los discos que han sacado, su horda de fans que se cuentan por
miles saben que lo que digo es una bobada e ignorarán lo que estoy diciendo,
tomando en cuenta que LB estaba en un impasse pensamos que se le iba a dar mas
calor a la música solista de JMA pero que sorpresa el saber que LB tenía
preparada una sorpresa de un nuevo disco para este 2013, es así que estamos
ante un nuevo material llamado Eclipse de Memoria.
Me decía el muy buen amigo
y blogger Jose Luis Mercado de Rock
en las Américas (dueño
de este blog que me permite hablar de esta banda) que se le hacía muy curioso
que a todos los que les gustaba La
Barranca rebasaban la edad de 30 años (cuarenta años el que escribe
esta reseña,Josú!*) y por otro lado no
me he topado con gente de menor edad a la que le atraiga este grupo o que
mencione algún disco de ellos como de lo mejor que han oído que se hace aquí en
México y mientras muchos se desviven y tiran flores a un proyecto de dudosa
calidad artística como lo es María y
José y dicen que es el novamás de
la música hipster entre
lo hipster que se hace
en Mexicalpan de las Tunas ,La
Barranca saca a la luz su nuevo trabajo discográfico que traza su raya
con respecto al anterior y no del todo logrado Piedad Ciudad, Eclipse
de Memoria es un disco de rock cien por ciento mexicano (nadie como
ellos junto a Tacvba y San Pascualito Rey para tomar un
ritmo traído de Estados Unidos que se perfeccionó en UK y que sin embargo suena
a México, algo que muchos deberían de aprender al momento de darle identidad a
un sonido y no trascender mediante el plagio y
laautocomplacencia de ser el sabor cool del mes en miles de blogs que hablan de lo
mismo como si fueran la neta de Amecameca)
A años luz de cosas dizque rockeras como-repito- María y José, Carla Morrison, Apolo o Enjambre La Barranca suena ensamblada,precisa, con la máquina bien aceitada y un marco sonoro a la altura de las bellísimas composiciones de Jose Manuel Aguilera, cerebro y alma de esta agrupación, Eclipse de Memoria presenta canciones mas luminosas, atrás quedó la obscura densidad hecha patente en discos como Denzura, El Fluir y su obra maestra Tempestad, ahora son nuevos tiempos pero el sonido permanece intacto con algunos buenos hallazgos sonoros, sigue habiendo cuerdas,vuelven a invitar a la gran diva del rock nacional Cecilia Toussaint en varias canciones a hacer unos hermosos coros, hay sorpresivos metales de fondo (en la excelsa como políticamente correcta "Ante la ley" y la clara y precisa "En cada movimiento") y una hermosa marimba que se pasea en muchos de los tracks de este disco (por no decir que en todos) desde la entrada con la poderosa guitarra acústica de "El alma nunca deja de sentir" con cuerdas, marimbas y un sentido por la interpretación rebosante de melancolía, la mencionada "Ante la ley" que tiene un trabajo efectivo en el instrumento de cuatro cuerdas a cargo del maestro Federico Fong, la reptante "Garzas" que de repente se le cuela algo de drone en ciertas partes de la canción, las guitarras crujientes y poderosas que aparecían en muchas de las canciones de discos anteriores barranqueños han desaparecido (no del todo) para darle mas prioridad a lo acústico (como cuando Jimmy Page dejó la eléctrica y se puso a componer con la lira acústica en Bron-Yr-Aur el material de Led Zeppelin III) aunque de repente un buen uso guitarrero aparece para darle forma a la parte media de "Flores de invierno" para brincar al tono marcial (metales mediante) de "En cada movimiento" y vuelve el drone en "La tercera joya desde el sol" que es el momento ambient aunque con una parte un tanto densa y crujiente.
"Campo de batalla" es uno de los temas que es como una declaración de principios de los integrantes de la banda y remite mucho en su estructura a "Ser un destello" de el álbum El Fluir, le sigue la extraña (vocalización diferente de JMA) "Siempre joven" y el disco finaliza con "El tiempo es olvido" con sus referencias juanrulfianas ("El ojo impasible del sol quema nuestras almas condenadas, a no recordar en este llano en llamas") una hermosa canción/poema que tiene quizás el solo de guitarra mas distinguible y sencillo de todo el disco, un buen regreso discográfico de Jose Manuel Aguilera y Cía para poner en claro que el que se mete en La Barranca no sale quemado pero si chamuscado y feliz.
A años luz de cosas dizque rockeras como-repito- María y José, Carla Morrison, Apolo o Enjambre La Barranca suena ensamblada,precisa, con la máquina bien aceitada y un marco sonoro a la altura de las bellísimas composiciones de Jose Manuel Aguilera, cerebro y alma de esta agrupación, Eclipse de Memoria presenta canciones mas luminosas, atrás quedó la obscura densidad hecha patente en discos como Denzura, El Fluir y su obra maestra Tempestad, ahora son nuevos tiempos pero el sonido permanece intacto con algunos buenos hallazgos sonoros, sigue habiendo cuerdas,vuelven a invitar a la gran diva del rock nacional Cecilia Toussaint en varias canciones a hacer unos hermosos coros, hay sorpresivos metales de fondo (en la excelsa como políticamente correcta "Ante la ley" y la clara y precisa "En cada movimiento") y una hermosa marimba que se pasea en muchos de los tracks de este disco (por no decir que en todos) desde la entrada con la poderosa guitarra acústica de "El alma nunca deja de sentir" con cuerdas, marimbas y un sentido por la interpretación rebosante de melancolía, la mencionada "Ante la ley" que tiene un trabajo efectivo en el instrumento de cuatro cuerdas a cargo del maestro Federico Fong, la reptante "Garzas" que de repente se le cuela algo de drone en ciertas partes de la canción, las guitarras crujientes y poderosas que aparecían en muchas de las canciones de discos anteriores barranqueños han desaparecido (no del todo) para darle mas prioridad a lo acústico (como cuando Jimmy Page dejó la eléctrica y se puso a componer con la lira acústica en Bron-Yr-Aur el material de Led Zeppelin III) aunque de repente un buen uso guitarrero aparece para darle forma a la parte media de "Flores de invierno" para brincar al tono marcial (metales mediante) de "En cada movimiento" y vuelve el drone en "La tercera joya desde el sol" que es el momento ambient aunque con una parte un tanto densa y crujiente.
"Campo de batalla" es uno de los temas que es como una declaración de principios de los integrantes de la banda y remite mucho en su estructura a "Ser un destello" de el álbum El Fluir, le sigue la extraña (vocalización diferente de JMA) "Siempre joven" y el disco finaliza con "El tiempo es olvido" con sus referencias juanrulfianas ("El ojo impasible del sol quema nuestras almas condenadas, a no recordar en este llano en llamas") una hermosa canción/poema que tiene quizás el solo de guitarra mas distinguible y sencillo de todo el disco, un buen regreso discográfico de Jose Manuel Aguilera y Cía para poner en claro que el que se mete en La Barranca no sale quemado pero si chamuscado y feliz.
*Es broma, el autor de este texto no tiene 40 años.