5 de febrero del 2009:
“…Resta decir que el adiós es triste y difícil, que el cierre de la revista no tiene nada que ver con la excelente calidad editorial que todos ustedes ayudaron a construir (tanto RS Argentina como RS USA expresaron su satisfacción con el producto), y que fueron cinco años inolvidables…”
Astrid Harders - Editora de Rolling Stone - Cono Norte - Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Panamá.
6 de mayo del 2009:
"Por este medio queremos hacer de su conocimiento que por decisión del Grupo Prisa, en España, se procederá al cierre de la editorial Progresa México. Después de casi siete años en la industria y del éxito que representa la revista Rolling Stone, la situación financiera mundial nos impide continuar laborando como lo estábamos haciendo."
Equipo Rolling Stone México
Es verdad, no debería importarnos mucho que las Rolling Stone subregionales desaparezcan (aún quedan las de Chile y la de Argentina, que es la más fuerte), ¿o si?
Para poder crear una cultura musical, es obvio que se necesita de medios que ayuden a cultivar la misma. En los United, la MTV y la Rolling Stone practicamente han creado la base de cultura musical pop hasta el punto de poder decir que por sus filtros pasan la futura sensación pop o el artista alternativo de moda. (Y ya están en tiempo de demoliendo hoteles)
En Latinoamérica es otra historia...
Sandro Mairata recogía allá en febrero
ciertas cosas respecto a la filial colombiana. Una interesante fue cuando se puso en portada a Joe Arroyo, emblema de la salsa y leyenda colombiana. La idea parece buena, pero eso no lo consideró el Grupo de La Nación en Argentina, dueños de la franquicia en Sudamérica, y los hechos le dieron la razón: fue una de las ediciones menos vendidas...
Ahi va el fondo del asunto. Lamentablemente tenemos una cultura alternativa precaria, al latinoamericano lo único que le une musicalmente (demostrado en lo más vendido uniformemente por la región) parece ser los artistas plásticos de Miami (aparte de nuestros gustos por The Beatles y otros artistas anglos que nos han nutrido por igual en la región al igual que al resto del planeta), y su cultura musical alternativa está basada en circuitos que giran en un LOCALISMO sin conexión con el vecino. Aún no se puede discutir sobre bandas como Café Tacuba, Héroes del Silencio o Soda Stereo, sin mencionar la cuota los términos ROCK y NACIONAL (o en consecuencia, MEXICO, ESPAÑA, ARGENTINA, etc). El maldito localismo lleva a pensar al extremo que casi todo lo regional fuera de lo local es MALO (en cada país la variable cambia, de acuerdo a una cultura mediática de mayor o menor intensidad nacionalista), pero eso es la verdad.
Tenemos la Internet, como una fuente que puede proveer información y reducir el alcance respecto a millones de artistas, pero no existen medios que los encaucen. Existen aún medios alternativos milagrosos como
ZONA DE OBRAS pero aún falta mucho por trabajar para romper el maldito esquema de nación, que es buena cuando sirve crear identidad pero es una porquería cuando sirve para negar otras de las cuales se tiene mucho en común.
Algunos piensan que hablar de unidad latinoamericana evoca a izquierdismo o a idealismo bolivariano, pero la verdad es que una industria latina solo podría funcionar con integración. Si existiera un común en la búsqueda musical de un público de Argentina a México podría haber una sola edición de la Rolling Stone, y no quebraría. Pero aún el propio público demuestra estar lleno de prejuicios, y pierde el artista, pierde la industria y pierde la cultura latina. Ganan los plásticos y la manipulación mediática. Más revistas con Paulina Rubio en portada, por favor!!!
Este bien podría ser la segunda parte de
LA IMPORTANCIA DE LA INTEGRACION que escribi en abril de este año.
