En esta oportunidad hacemos referencia a la Pachanga, una etiqueta que aunque no es un género musical, se usó para identificar esos temas radiales que se convirtieron en simbolo de fiesta y mucha diversión. Aqui una historia de como la pachanga que comenzó como una inocente fórmula para recapturar la frescura del rock en español se convirtió en su arma de doble filo, al punto que muchos la considerar la verdadera culpable de asesinar hasta la última gota de credibilidad que tenía.
La pachanga era un viejo baile cubana allá por los años 50's y que su música trató de ser recuperado en la siguiente década desde Nueva York por gente como el músico Johnny Pachecho y otros. Eso fue más que una referencia para que Mano Negra manejase el término y le pusiera como título a su primer album: "Patchanka", lo cual podía ser entendido como un símbolo de fusión de ritmos pero también de fiesta. De hecho, no se puede hablar de un sonido definido, pero era obvio que había de alguna manera una presencia de sonido destinado al baile, y mucho tenían influencia afro-caribeñas.
Aunque la recuperación de este término sobre las bases del rock latino parecían más que consistentes, todo volverá hasta su más primitiva esencia: LA FIESTA. Algo que no suena nada mal. Pero los encargados de llevar el mensaje de jolgorio y festejo no serían los franceses, sino unos argentinos que se convirtieron en la nueva promesa del ROCK EN TU IDIOMA: Vilma Palma e Vampiros.
"La pachanga" es realmente un himno generacional, y no hay quien no la haya bailado allá por el año 90. Significada la reconciliación entre el rock y la discoteca. La industria más que agradecida con la nueva banda que se convirtió en una máquina imparable de hits por aquel entonces.
La música de pachanga se entremezcló con la de rock en español y por lo menos en la radio parecía de lo más cómoda durante los 90s. De esa manera cualquier estilo que invoque al baile era bienvenido: "Párate y mira" de Los Pericos, "La rubia en el avión" de Los Ladrones Sueltos o "Chica nacional" de Skank. No importaba si era un tema que invocaba causas sociales ("El Matador" de Fabulosos Cadillacs), lo que importaba era que podía ser un hit de verano, bailable, y rico y pegadito. Incluso artistas que iban por otro curso podían meter una canción en la lista ("Mucho mejor" de Los Rodriguez o "Una brasileña" de Paralamas"). Habían grupos limite como The Sacados que podían entrar como pachangueros, pero algunos programadores de radio empezaron a meter Magneto, Garibaldi o Los del Río. Total, si suenan casi igualito...lo de rock ya parecía un chiste y los puristas empezaron a apuntar hacia estas canciones para negar la mezcla del rock con otros estilos.
Es verdad que dentro de estos grupos, hubo muchos que pudieron salir libres de polvo y paja, siendo el caso más emblemático el de Los Auténticos Decadentes, autores de los más grandes himnos festejeros y que sin embargo, el tiempo les ha dado el peso que necesitaban para consagrarse como banda (sus canciones lo pueden bailar desde los más duros a los más fresas sin tanto prejuicios). Y hay otros casos como el de Café Tacuba, que les costó años romper la estigmatización que les ocasionó el hecho que solo se conocieran un par de temas suyos en la radio desconociendo gran parte del resto de su repertorio, considerandolo un grupito de temas ligeros (llámese "La Ingrata").
Las consecuencias fueron el destierro total de la pachanga del rock en español. Esas cosas de la pachanga se la dejaron a grupos como El Simbolo, o similares. La fusión se volvió más elitista en una búsqueda de autoprotección, y muchos grupos prefirieron hacer un rock mucho más anglosajón. La pachanga mató al rock en español comercial, y lo volvió a terrenos más indies. La discoteca y el rock se queda en los 90's; si quieres pelear por tu derecho a festejar en esta década ya inventaron algo llamado reggaeton. El rock ya no quiere saber de baile, por lo menos no como los de antes...
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