ROCK Y POLITICA INTERNACIONAL: COMO TE GUSTA
El 13 de abril en la web del medio político mexicano Proceso, el analista Juan Pablo Proal publicó un texto llamado "La generación Zoé" en referencia a la juventud de hoy que ha vivido ante la sombre de la agrupación mexicana de rock en los medios populares. El texto hace una crítica a la falta de actuar político tanto en las bandas como en el público en el presente. El texto también tiene algunas imprecisiones y generalidades por lo que desató algunas respuestas en contra en las redes sociales, una de ellas fue la de nuestra compañera Olivia Luna quien tuvo la gentileza de mandarme un correo de por qué no gustaba del contenido de aquel artículo.
El sr. Proal menciona que en la actualidad en México, bandas como Zoé o Los Claxons solo tienen canciones de amor y desamor a diferencia de bandas como Molotov, Café Tacuba y Control Machete que las presenta como bandas de crítica social. Reafirme el hecho que confrontaron al sistema y sufrieron persecusión y censura
También menciona que a fines de los 70's, muchos músicos independientes era militantes del Partido Comunista; y que en la actualidad los jóvenes que trabajan de operadores telefónicos van al Vive Latino para regodearse en su indiferencia, nublados en su evasión.
¿La culpa de quién es?¿De las bandas?¿Del público?¿De los medios de comunicación?¿Está planeado por los políticos?
Para empezar no se trata de un fenómeno meramente mexicano, por lo que se tiene que el contexto en el mundo hispanoamericano (y luego ya se podría encontrar las características propias del caso mexicano).
Para empezar si bien es cierto que había una cantidad considerable de músicos en los 70's que tenían una filiación política, la mayoría asociados con la nueva canción latinoamericana. Desde Victor Jara (quien sería asesinaría por ello) a Mercedes Sosa. Sin embargo, esa música estaba muy apartada de lo que sonaba en los medios masivos, aunque efectivamente estaba respaldada por un público universitario que la acogió en toda la región.
Los 90's (sobre todo los primeros años) fueron una época especial donde los medios masivos tuvieron un espacio a lo alternativo y con ello una importante cobertura al activismo político. Asimismo la coyuntura latinoamericana era muy distinta a la de hoy, Gobiernos neoliberales con democracias imperfectas generaban un sentimiento de protestas en jóvenes inconformes que encontraron bandas con que identificarse. No eran como las bandas políticas de los 90's, pero en algunos de sus temas podías encontrar descripción al contexto socio-político que se vivía. No necesariamente era un tema de "rock nacional" (aunque ls análisis académicos casi siempre tratan de contextualizarlos así) ya que en muchas ocasiones era un público que encontraba en una canción de una banda extranjera una similitud con su visión social (Mano Negra, Los Fabulosos Cadillacs, por mencionar algunos).
Desde finales de los 90's y sobre todo en la siguiente década, el contexto político latinoamericano cambió. El viraje de varios gobiernos a la izquierda, el creciente antagonismo de ideas de sobre el mejor futuro para cada uno de nuestros Estados, la fragilidad de las democracias, la violencia del crimen organizado, el debate del rol de los medios de comunicación, un mayor acercamiento a los Estados Unidos (o vicerversa); que coincide con una mayor participación de la comunidad hispana en los Estados Unidos que también se manifiesta a nivel cultural.
Con ello ha crecido un mayor escepticismo en la juventud latinoamericana que prefiere no identificarse con la izquierda o con la derecha. Critica a la política de turno pero no ha adoptado mayor participación política. Sin embargo otra vez caemos en la generalización, a que dentro de ese contexto de lo escéptico también han existido algunos movimientos de activismo que quizás no tuvieron el número de seguidores esperados, salvo el caso español y chileno, que se los etiquetó el año pasado como los "indignados".
Dentro del contexto musical imperan bandas que abandonaron relatar el contexto donde los que viven. Curioso que Proal mencione a Zoé, una banda en donde el vocalista León Larregui ha apoyado abiertamente al candidato presidencial López Obrador. Otra curiosidad es su anécdota de borracho donde un periodista le pregunta si va a escribir una canción sobre su detención policial y él le dice que no es Alex Lora (uno de los ejemplos que menciona el autor como de lo grandioso del pasado citando: "Abuso de autoridad" de los Three Souls in my Mind).
Innegable es que ahora las bandas de contexto "modernos" son los que tienen mayor presencia en la escena del rock (donde todos por obligación tienen que ser independientes). El tema político pasa por un tema de opinión personal que no es llevado a las letras; mientras más genérico es mejor. Javiera Mena dice en CNN en Español "se tienen que hacer canciones simples que explican una idea global." Si lo llevamos a un extremo esa idea de la global tomamos las palabras de Andrés Nusser de Astro: "Creo que en este momento, la música latinoamericana está perdiendo las influencias del folk, y creo que es lo mejor. Estamos en un planeta global, y estamos jugando un sonido global".
Pero las agrupaciones que tienen una temática política jamás han dejado de existir, ahi están en el lugar de siempre y cuando quieran ser escuchadas por algún público que necesite la necesite de oirlos solo bastará que los busque. Incluso en el mainstream latinoamericano puedes encontrarte con Manu Chao o Calle 13 (estos últimos con repudios y apoyo dependiendo con la posición política de quien se encuentre a lo largo de la región reafirmando la realidad del contexto regional actual) Pero para ser global no se puede ser político, menos en un contexto dividido. La frustración con nuestra realidad sociopolítica persistirá pero ante falta de consenso reinarán los artistas que "nunca quedan mal con nadie" como dicen Los Prisioneros.
"Oye... tú me dices que protestas
Pero... tú postura no molestaDime... si tu fin es algo atacar o ganar aplausos"
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