The Beatles, el mejor caso del como el rock como cultura tuvo credibilidad gracias a sus retazitos de contracultura.
El que escribe sobre rock debe saber cuando hace una referencia al género como cultura y cuando como contracultura. A más de 50 años aun es discutible si nació como una cultura o contracultura. Hay tantos argumentos para sostener uno como lo otro.
El rock nació en la comodidad de una sociedad cuyo progreso económico quería reflejar el nivel de vida que llevaba una generación orgullosa que su país haya vencido la Segunda Guerra. Por otro lado, los medios de comunicación iban ganando espacio en el control de la cultura popular y se redirigió el público objetivo hacía los jóvenes, una muchedumbre en crecimiento con gran poder adquisitivo. El establishment encontró en el rock una banda sonora que reflejara todo ello.
Por otro lado, el rock tenía un origen marginal al haber sido música de negros, una raza que no gozaba de las complacencias de la sociedad que se quería exhibir al mundo -y que había luchaba por la igualdad total de sus derechos-, su manifestación de la sexualidad en su movimiento y letras simplemente irritaban al grupo que buscaba mantener los valores de una sociedad que pensaba que ya había "vencido al mal del todo". La opinión de los conservadores solo fue provocación pura para los jóvenes que terminaron acogiendo el nuevo sonido.
Sin embargo, luego de que el primer héroe del rock n' roll, Elvis Presley se vendió a los medios,-tras haber sido enviado al servicio militar se dedicó a peliculas de mala muerte y hacer baladitas para recuperar el éxito que le fue esquivo hasta su muerte, la contracultura tomaría otra postura. Más consciente, más ideológica, más intelectual. Construía sus propias recintos, sus propios medios, sus propios códigos y su propio público. Sin embargo a medida que sus artistas veían que ello también generaba su propio atractivo para el establishment -en la medida que los medios necesitaban nuevos idolos para las masas- estos eran tentados para pasar al otro lado. Esto coincidía con la conquista del rock alrededor del mundo. Se convertía en un gran movimiento internacional que las juventudes urbanas de todos los continentes quería gozar de él.
Este proceso ha generado una curiosa contradicción. La internacionalización de la contracultura no hubiera sido capaz sin que sus más grandes idolos hubieran sido adoptados por la industria corporativa. Un ejemplo de ello, es lo sucedido con el metal, uno de los movimientos más insertados alrededor de todo el planeta -desde la India pasando por Japón e inevitablemente Sudamérica- donde la apertura de Metallica a los medios tradicionales ayudó muchísimo a la introducción de millones de fanáticos al género (pueden ver el documental Global Metal para tener un mayor panorama al respecto) y a la introducción de otros actos más salvajes. De manera parecida ocurre cuando MTV acoge a Nirvana como banda favorita, y cuyo capacidad por presentarle a las masas a las distintas bandas que le habían antecedido desde el rock independiente -caso Pixies, Sonic Youth, entre otros- permitió la reinvidicación internacional del movimiento alternativo.
Sin embargo, también incontables son los casos de bandas que tomaron géneros en efusión, pusieron cara de malos y luego vendieron millones con baladitas o canciones encajables en la radio. Y lo peor es que a nivel internacional se las suele adorar con total fanatismo que hasta terminan por despreciar a bandas locales que trabajaron mucho más duro. La globalización de la música ha rediseñado la cultura y contracultura del rock en una era, donde existe un mayor apoyo al rock desde las instancias culturales nacionales aunque vende muchísimo menos que una tendencia de moda mundial.
El rock es una hermosa contradicción, y a su más de 50 años, y con nuevos medios de difusión -como la internet- aún es mucho más confusa la linea entre el rock del establishment y el de la contracultura. Los gobiernos -por intermedio de las radio del Estado- apoyan difusión de buenas bandas -pero con poca sintonía-, mientras una industria transnacional vende música masiva de gran aceptación. Solo el tiempo terminará dando adoración a las que valieron la pena.
1 comentario:
Interesante reseña la que te echaste, aunque no sea hasta donde sea hoy en dia considerado como contracultura.
La television y los medios de antaño como la radio ya no nos pertenecen decia Malcolm McLaren ahora la esencia punk esta en la internet, y creo que es cierto.
ha sucedido siempre en los 60´s el caso sonado fue el de los Monkees y asi nos venimos con el Metal que increiblemente fue prostituido por esa power ballads en especial por bandas que aparecieron a mediados de los 80´s algunas son buenas pero otras para el olvido, lo mismo hicieron con el alternativo tal y como vos lo decis, recordate de Candlebox o Collective Soul en el panorama norteamericano, bandas como Toploader dentro del panorama britanico (hay otras más pero no se me vienen a la mente), y hoy en dia tenemos a los XX y probablemente The Drums aunque hay que ver que tal les va con el 2do. álbum.
Personalmente pienso que hoy en día llevar un camiseta que diga The Beatles es tan irrelevante o no aporta nada nuevo ni de rebeldia, lo mismo pasa con una Los Ramones y por desgracia con la del Che Guevara, ironicamente yo tengo camisetas de los tres iconos pero nada que todo en buen rollo.
Saludos.
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