La canción a inicios de los 80's gozaría de una extraña simbiosis con el rock apoyado por la tendencias populares y el encuentro grato entre la letra sobre una música de ligeras referencias progresivas y jazzísticas. Es así que muchos cantautores (Ilán Chester, Roque Narvaja, Juan Carlos Bagglietto, etc) gozaron de gran éxito pero efímero ya que el new wave rápidamente invadiría Latinoamérica y otra de entender el rock se avecinaba. Muchos de estos autores terminarían a ámbitos de la música pop o en todo caso su música se reduciría a ámbitos más pequeños como los del público universitario.
Es así como el que mejor se adaptó fue Charly García, aligerando su estilo compositivo a un nuevo sonido, y dando las primeras pautas de como ser una banda de "rock en español" a nivel latinoamericano. Pero de hecho, esos tiempos favorecían sobre todo cierta frivolidad o por lo menos letras más concisas y directas. Prácticamente ese tiempo fue poco propenso para la canción rock a no ser por un tipo que se nutrió de lo mejor de Luis Alberto Spinetta y el propio Charly García yendo contra la corriente de ese tiempo: Fito Páez. Quien se convirtió en una revelación para el rock argentino en los 80's aunque aún no gozaba la popularidad de otros artistas contempóraneos, aunque era muy estimado por la crítica. Valga la pena que sólo escuchar la desgarradora "Ciudad de pobres corazones" te dabas cuenta del potencial de este artista.
En España, por otra parte, aparece Joaquín Sabina como continuador de la tradición de la canción aunque con un estilo algo más callejero y nutrido por sonidos como el rock o la rumba. De hecho, fue otro tipo que tuvo que nadar contra la corriente ya que en los 80's, el pop-rock español pasó por su llamada "edad de oro" y empezó a ser más valorada que la canción, que se la consideraba un género que ya había entregado todo lo que tenía que dar.
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